En esta semana de elecciones, en la que las conversaciones, noticias, tweets y mensajes en redes sociales sólo están hablando sobre quien votar, el mejor candidato, y por supuesto como se ha llevado a cabo el proceso electoral, no pude resistir tratar este tema en este blog.
Sin duda esta campaña electoral, salvo puntuales meetings políticos que carecieron de responsabilidad social alguna, ha sido completamente diferente. Por una parte, pienso que la situación que estamos viviendo obligó a muchos candidatos ser más creativos y volcarse a las redes sociales, inclusive a tik tok, para tratar de llegar a un mayor número de simpatizantes. Mis sobrinitas, que aún no tienen edad para votar, han estado más al tanto de los candidatos y la política ecuatoriana porque veían sus videos. Por lo que el uso responsable de los medios sociales para informar sus propuestas de campaña y darse a conocer me ha parecido positivo y más conforme a este mundo globalizado en el que vivimos.
Las restricciones en la forma de hacer política de manera habitual, así como la misma situación económica que estamos viviendo, también modificó un poco los ofrecimientos y promesas de campaña, algunos pensamos que nuestros candidatos se iban a centrar más el tema de la salud, el uso de los recursos públicos, como combatir la pandemia, como mejorar la economía, aumentar las plazas de trabajo, etc. Sin embargo, lamentablemente, terminó siendo una campaña de quien puede ofrecer más cosas o dinero; sin un real análisis o justificación de cómo eso va a poder realizarse y el impacto a largo plazo de aquello.
Creo que ahora más que nunca nuestro país necesita un Gobierno que esté al servicio de la ciudadanía, que tome las medidas económicas necesarias para que podamos salir de esta crisis que estamos viviendo, apoyando al sector privado y en especial las micro y pequeñas empresas para poder salir adelante, otorgándole créditos y todas las herramientas y facilidades tributarias necesarias para que prospere y cree fuentes de trabajo.
Por otro lado, con respecto al manejo de los fondos públicos, el nuevo Gobierno está en deuda con la ciudadanía, de que en esta ocasión se maneje de una manera eficiente y transparente. Que el Sector de la Salud, y en especial, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social pueda proveer los cuidados que los ecuatorianos necesitemos, oportunamente y con los especialistas y medicinas apropiadas. En especial para las personas con enfermedades catastróficas, que han sido los más afectados en esta época.
De igual forma, los servicios básicos, una educación de calidad es sin duda otras de las deudas de este nuevo Gobierno, y de todos los anteriores. Una adecuada educación para nuestros niños es el mayor legado para asegurar que el Ecuador prospere. Debemos procurar, que todos los niños accedan a una educación de calidad, no solo a nivel de educación primaria o secundaria sino también universitaria o técnica. Por eso, no se puede plantear la educación como una propuesta fija e invariable en el tiempo, esta debe ser una herramienta para el cambio.
Así que votemos con responsabilidad, y por los candidatos que van a hacer nuestro país mejor, nuestra economía crecer y resurgir. Por los candidatos que van a fiscalizar, a controlar el uso de los recursos públicos y servir a toda la ciudadanía, que somos finalmente quienes los escogimos.
Para terminar, con respecto al proceso electoral, debo decir me hubiera gustado que el Gobierno hubiera previsto otra forma para ejercer el derecho al voto, tal vez en dos jornadas, dividiendo el padrón electoral, o inclusive el voto electrónico. Entiendo que todo esto requería una mayor organización, tiempo, voluntad política para llevar a cabo reformas legales, y sin duda una inversión adicional. Es un poco contradictorio, como el resto del mundo se está confinando nuevamente, y en Ecuador estamos llevando a cabo elecciones, en las que no hubo interés alguno por buscar mecanismos para ajustarlo a la nueva realidad que estamos viviendo. Esperemos que se hayan tomado las medidas de bioseguridad necesarias para arriesgar en menor medida la vida todos quienes acudimos a votar, las mesas receptoras, los militares, etc, y que cada uno de nosotros haya puesto su granito de arena para que este día no influya en el aumento de casos de COVID-19.
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